Estudios prácticos de pintura sobre cerámica: Fácil, ecológico y nada cutre

pintar un cuenco de cereales en un estudio práctico de pintura en cerámicaAntecedentes: Cuando era pequeño, mi abuela y mi madre me arrastraban todo el tiempo a uno de esos estudios de pintura de cerámica que eran superpopulares en los años 70 y principios de los 80. Se ponían a cotillear, mi madre fumaba en cadena y se pasaban horas pintando chucherías horribles de colores horribles. Cotilleaban, mamá fumaba en cadena y se pasaban horas pintando horribles chucherías de colores horribles, y yo me quedaba sentado a su lado, aburridísimo.

¿Nunca me dieron nada mío para pintar porque la cerámica era demasiado cara en aquella época para desperdiciarla en un niño pequeño, o simplemente no tenía ningún interés en aumentar la ya amplia colección de ceniceros y jarrones pintados a mano de nuestra casa? No tengo ni idea, pero sé que la experiencia me marcó por completo, porque a principios de diciembre, cuando mis hijos quisieron pintar cuencos para gatos como regalo de Navidad para sus mejores amigos, los gatos, con mucha reticencia, vacilación e investigación previa, los acompañé a nuestra casa. estudio local práctico de pintura en cerámica.

Siguiente >> Lo que encontré dentro me impactó.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio